La obra de Cosa crea ambientes inquietantes donde las temporalidades se difuminan. El papel tapiz rosado con motivos florales evoca tanto un pasado doméstico como una piel atrapada entre los muros, lo que genera tensión entre lo orgánico y lo artificial. La lámpara hecha con cuernos de ciervo, iluminada por una luz amarilla opaca, sugiere la metamorfosis de este animal, mientras sus cuernos son convertidos en un objeto utilitario que acentúa la desconexión entre seres humanos y no humanos. Este pasaje nos lleva a un escenario en el que lo civilizado se funde en una sátira grotesca, creando una ficción de horror corporal.
Los cuerpos, tras haber renunciado a su animalidad, intentan recuperarla a través de representaciones fragmentadas: prendas de temporada de "piel de polímeros" desmembradas y figuras incompletas, atrapadas en un lujo decadente que muestra señales de putrefacción.
La artista manipula retazos de piel falsa, brandeados con eslóganes en inglés —frases de cuentos de hadas —que actúan como oscuros presagios, ironizando las promesas aspiracionales del capitalismo. Esta ironía se intensifica al encapsular los elementos, como si la piel luchara por escapar del soporte que la contiene. Son relicarios que preservan las ruinas de un sistema en colapso, que transitan entre el deseo animal y la imposibilidad de regresar a ese estado primigenio.
Así, Fiera antigua que perfuma se presenta como un espejismo de un presente-futuro desolador, donde lo salvaje ha desaparecido, dejando tras de sí un paisaje estéril en el que el anhelo se entrelaza con un ambiente de inquietante vacío.
fernanda ramos mena
En Fiera Antigua que perfuma el espacio de la galería fue considerado como un elemento más dentro del cuerpo de obra. En el recorrido de la exposición existían tres ambientaciones distintas: la primera sala -tapizada en malva- aludía una recepción; la siguiente sala insistía en reproducir una tienda boutique; por último, la tercera sala se teñía con una luz verde que se permeaba de un folclore nocturno en ánimo de depredador.En esta ocasión y además del texto de sala, fer ramos escribió un cuento que acompañaba esta tercer sala insistiendo en el carácter literario que envuelve este cuerpo de obra.